martes, 26 de enero de 2010

Paraguay 1

En lo que a destinos turísticos se refiere tengo un historial bastante interesante. Londres, Paris, Basel, Trento, Villa la Angostura, Venezia, Bremen, Berlin, Cataratas del Iguazú, Puerto Madryin, Puerto Pirámide, Córdoba, Comodoro Rivadavia, Rawson, Trelew y , obviamente, Buenos Aires. Paraguay, en particular asunción, no es el más turístico de los lugares en los que he estado. Asunción es, sin embago, el lugar donde crecí y conocí a los que eventualmente serían mis mejores amigos.

La ciudad en si no tiene mucho que ofrecer, más bien tirando a nada que ofrecer, sin embargo es el lugar donde está mi hermano. Es el lugar donde están Mo, pollo y Fede.

Del grupo de amigos original no quedó nada. Todos se separaron, se pelearon o simplemente se distanciaron. Algunos crecieron, otros no. Volver después de dos años y pasar tiempo con ellos me resultó intenso. Reafirmó mi fe en las amistades y derribó algunas ilusiones que tenía al respecto.

Estar acá afianzó y continua afianzando el vínculo que tengo con mi hermano y me premite empezar lentamente a formar un vínculo con mi otro hermano. Es una persona que no conozco, nunca viví con él, nunca compartimos nada. Tenemos muchas cosas en comun, empezando por el padre, con lo cuál tiene muchos de los mismos problemas que tengo yo. Quizás las manifestaciones son diferentes, pero la raiz es la misma. Me gusta ayudarlo, protegerlo, mostrarle mi camino para que vea que es posible y me gustaría acompañarlo en el suyo.

Siempre encuentro algo para hacer, alguien con quien salir. Revivo cosas bastante feas de la vida en Paraguay, recupero mi apreciación por la vida en Buenos Aires. Es algo que voy a necesitar durante los proximos seis años.

Muchas conversaciones intensas, muchas conversaciones interesantes, muchas conversaciones intrascendentes pero sumamente divertidas.

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